No creo que falle en esta reflexión:
A la hora de invertir en la felicidad de los hijos, los queremos ver contentos cuando comience, en sus vidas, la real acción: Estudios, conocimientos, aprendizajes, trabajo y una buena remuneración.
La Internet comenzó como una posibilidad de enlazar los conocimientos de los científicos. Luego, se pudo conectar la instrucción de un comando central empresarial hacia todas sus divisiones, regadas por el mundo. Hoy, tenemos la posibilidad de ejecutar, cuantas veces queramos, un video y así disfrutar de la canción, la información y el recuerdo que más nos interesa.
Siendo así, las clases de un nivel dado (7º básico a 4º medio) las cuales se perdieron o no comprendieron, pueden ser reforzadas y dominadas para que: a la hora de las pruebas los resultados sean óptimos.
Invertir el tiempo en la Internet es navegar a una dirección que niega el ocio, entrega información vital y apoya directamente la EDUCACIÓN.
Reciban un cordial saludo.
Matheo
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